Las formas redondas de las serranías cubiertas de jaras, alcornoques y madroños.
Los suaves paisajes, como acuarelas, de casas blancas extendidas entre huertas y plantaciones verdeantes. Los reflejos del agua de una ribera somnolienta. El juego de sombras y luz de una vieja pared encalada.
Pequeños grandes encantos de São Brás de Alportel y de su municipio. Invitación al placer del reposo y de la tranquilidad.