Las gigantes esculturas creadas por las olas y por el mar cristalino. Las grutas iridiscentes.
Las playas, muchas de ellas arropadas por ocres rocas o extendiéndose, hasta donde se pierde la vista, por un liso arenal. Las casas pintadas de blanco o del verde suave del paisaje. Descubra uno de los lugares más recónditos y atrayentes del Algarve.