El Algarve se subdivide en tres grandes franjas, todas ellas de gran belleza paisajística:
- El litoral, donde se concentra la mayor parte de la actividad económica regional. La costa algarvía es muy diversa, y varía entre costas abruptas, extensos arenales, lagunas recortadas, pantanos salados y otras formaciones de dunas. Las rocas predominantes son esencialmente sedimentarias (como areniscas y conglomerados). Morfológicamente, el litoral tiene una baja altitud y está constituido, en su mayoría, por relieves planos, dispuestos en campiñas y en vegas;
- El Barrocal es una zona de transición entre el litoral y la sierra, y está constituida por rocas calcáreas y esquistos. Esta zona, también conocida como Beirra-Serra, es tradicionalmente la principal proveedora de productos agrícolas del Algarve, donde destaca su famoso madroño, la miel y el corcho;
- La Sierra ocupa el 50% del territorio. Está formada por esquisto y algunas rocas graníticas. Los principales conjuntos montañosos son la sierra de Espinhaço de Cão, la sierra de Monchique, el punto más alto del Algarve: 902 metros, y la sierra de Caldeirão o de Mú.
La posición geográfica del Algarve le confiere características bioclimáticas especiales. El clima es ameno, de características mediterráneas, con más de 3000 horas de sol por año y una baja media de precipitaciones anuales.
El sector más importante es el terciario (comercio y servicios), resultante de la principal actividad económica - el turismo. Este subsector tiene tal importancia en el Algarve que representa, directa o indirectamente, cerca del 60% del total del empleo y el 66% del PIB nacional. El Algarve recibe anualmente cerca de 4 millones de huéspedes.