Baile un corridinho. Nade con delfines. Pruebe los percebes. Suba a la torre de un faro. Aprenda a decir «móce deb» como los propios algarveños. Dé unos golpes en un excelente campo de golf. Túmbese en una playa desierta. Haga todo esto (y mucho más) en unas vacaciones de relax o llenas de adrenalina en el Algarve.