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La denominada Costa Vicentina, franja de litoral entre Odeceixe y Burgau, se caracteriza por su entorno sereno, fabulosos panoramas de acantilados atlánticos esculpidos durante milenios, su diversidad natural, la excelente gastronomía en la que destacan los productos del mar y de la tierra, sus playas de belleza salvaje y famosas olas que tanto agradan a los surfistas.

Entre las innumerables playas que conforman esta costa, encontrará calas protegidas por altos acantilados rocosos o extensos arenales ilimitados.

Nuestra propuesta de ruta selecciona tres de esas playas, en el municipio de Aljezur. Empezamos por la playa de Odeceixe, en el extremo noroeste del Algarve. Escogida como una de las «Siete maravillas – Playas de Portugal» tiene la peculiaridad de ofrecer baños en agua salada y en agua dulce, puesto que está delimitada por la ribera de Seixe, que nace en la sierra de Monchique y desemboca allí.

Más al sur, la playa de Monte Clérigo ofrece un vasto arenal y una plataforma rocosa que, con la marea baja, permite observar gran diversidad de fauna marina. También abundan las aves marinas que se alimentan de pequeños peces en los charcos que deja la marea.

Finalmente, la playa de Arrifana, que constituye una parada obligada para los amantes del surf o del bodyboard, es de singular belleza. Su extenso arenal, con más de medio kilómetro, se encuentra protegido por las altas riberas arcillosas. Allí se encuentran los diversos hábitats de fauna y flora y los puntos de nidificación de muchas especies de aves, destacando las cigüeñas blancas que, en una circunstancia única en el mundo, forman sus nidos junto a la costa, sobre los peñascos.