Situada en el cabo de Sagres, famosa por su inigualable belleza, la Fortaleza de Sagres debe su origen al infante D. Henrique, que fundó aquí una villa en la que falleció en 1460.
Poco resta de la muralla que D. Herique mandó construir, ya que la fortaleza se reconstruyó en el siglo XVI y primera mitad del siglo XVIII, que fue cuando se configuró según el sistema defensivo “vauban”.
La entrada de esta fortaleza abaluartada constituye un buen ejemplo de la arquitectura neoclásica. En su interior quedan a la vista algunos cañones, un torreón quinientista y la Igreja de Nossa Senhora da Graça (Iglesia de N.ª S.ª de Gracia), construida en el siglo XVI en el lugar exacto donde antes había estado la Igreja de Santa Maria (Iglesia de Santa María), fundada también por el infante pero destruida por el corsario inglés Francis Drake en 1587.
Las principales atracciones de la Fortaleza de Sagres son, sin duda, "rosa-dos-ventos" (rosa de los vientos), un reloj de sol que se considera de la época del infante.
Lugar de profundo valor histórico y simbólico, este monumento ofrece a los visitantes la oportunidad de redescubrir el glorioso período de los descubrimientos marítimos y de apreciar uno de los paisajes más bellos del mundo.