Ria Formosa sirve de transición entre el mar y la tierra. Se trata de un sistema de lagunas de grandes dimensiones que se extiende a lo largo de sesenta kilómetros de la costa del Sotavento del Algarve, y ocupa unas 18.000 hectáreas entre la península de Anção, en el municipio de Loulé, y Manta rota, en el municipio de Vila Real de Santo António.
Es el humedal más grande del sur de Portugal, y cuenta con una gran variedad de hábitats: islas de barrera, pantanos, bancos de arena, dunas, salinas, lagunas de agua dulce y de agua salada, riachuelos, bosques y zonas agrícolas, gracias a lo cual alberga una fauna y una flora de gran diversidad.
Ria Formosa está considerado un humedal de interés nacional, y constituye un lugar importante para las aves. Aquí pasan el invierno las aves procedentes del norte y el centro de Europa, además de ser una zona de paso de las rutas migratorias y albergar a especies tan raras como el calamón (Porphyrio porphyrio), el símbolo del parque.
Desde el punto de vista botánico, destaca por la vegetación de las dunas y del pantano.
Se trata de un auténtico vivero de especies marinas, y un centro de producción de moluscos bivalvos.
Venga a conocer este Parque Natural y los pueblos y ciudades que crecen en comunión con él, y disfrute de los amplios arenales de las islas de barrera recorriendo las rutas pedestres que lo atraviesan o dando un paseo en barco.
Deléitese con el vuelo de las aves acuáticas y fíjese bien, porque tal vez logre avistar a otro importante habitante de Ria Formosa: el camaleón.