Cuando los almendros se encuentran en flor, el Carnaval saca a las calles carros alegóricos y desfiles por casi todo el Algarve, en donde destaca Loulé, que organiza una de las mayores cabalgatas de todo el país.
La festividad de la Madre Soberana en Loulé es una de las tradiciones religiosas más intensas del Algarve. El Domingo de Pascua, durante la Fiesta Pequeña, las andas bajan desde la ermita hasta la iglesia de San Francisco. En la Fiesta Grande, que se celebra dos semanas después, la procesión transcurre por la inclinada ladera hasta la ermita, con las andas en brazos y a la carrera.
En la fiesta de las Antorchas Floridas de São Brás de Alportel, los hombres llevan antorchas adornadas con ramos de espliego, lavanda y otras flores para acompañar a la procesión que señala la resurrección de Cristo.
El 1 de mayo es fiesta en el Algarve. Estas fiestas populares hunden sus raíces en lo más profundo de la cultura algarvía, e incluyen comidas campestres, caracoladas, bailes y canciones. También es tradición hacer grandes muñecos de trapo llamados maios, adornarlos y colocarlos en la puerta de casa con versos divertidos. Estos muñecos personifican la primavera y la fecundidad. El origen de esta tradición se remonta a ciertos costumbres de la Roma pagana vinculados al culto a la naturaleza.
En junio, el Algarve cobra un encanto especial por las festividades de los Santos populares. Hay verbenas y danzas folclóricas en diferentes barrios de las ciudades y en los pueblos, se comen sardinas y febras asadas, se bebe vino tinto, se baila y se saltan las hogueras de romero en un alegre ambiente perfumado por la albahaca.
En agosto llega el ritual del Baño 29, o Baño Santo, que traía hasta el mar a los habitantes de la sierra. Hoy ya no viene la gente del campo, pero sí grupos de amigos que aprovechan esta tradición para reunirse alrededor de una hoguera. En Lagos y en la playa de Manta Rota, esta celebración incluye trajes de baño de época.
A lo largo de todo el litoral, los hombres del mar celebran procesiones en el agua durante agosto y septiembre para pedir y agradecer la buena suerte durante su peligrosa faena.