En una pequeña ensenada de exóticas características naturales, se practica el naturismo todo año. Se trata de playa de Adegas, en Aljezur, situada al sur de la playa de Odeceixe. Y tal como indica su nombre, también en la playa desierta y salvaje de Homem Nu (hombre desnudo), en Tavira, es posible prescindir de la ropa y disfrutar sin prejuicios de la naturaleza. Se encuentra a casi un kilómetro del último puesto de sombrillas de la playa de Barril, hacia poniente, y no cuenta con vigilancia.
Finalmente, en la isla de Barreta (también llamada Deserta) de Faro podrá encontrar el tercer y último arenal ocupado por los naturistas. Vale la pena acercarse hasta allí. Se encuentra en una zona completamente deshabitada de Ria Formosa, y ofrece diez kilómetros de paz y tranquilidad tanto en la playa marítima como en la fluvial. Sobrevolada por charranes, esta isla alberga diferentes especies de aves que en ella encuentran un refugio perfecto. Así lo podrá constatar durante su estancia.
También existen playas en las que, por su aislamiento o su difícil acceso, es posible practicar el naturismo: son las llamadas «playas de uso y costumbre naturista». La Federación Portuguesa de Naturismo recomienda las playas de Bordeira, Beliche, Zavial, Furnas y Cabanas Velhas, en la Costa Vicentina. Las playas de Canavial y Pinheiros, en Lagos. La isla de Armona, en Olhão, y la playa de Quatro Águas, en Tavira.